¿El día no te da para casi nada? ¿Terminas la jornada con diez tareas completadas pero cincuenta por hacer? ¿Ya no te queda sitio donde escribir en la agenda? La tendencia natural (puesto que somos humanos) es la de hacer caso al ego, y por tanto, buscar a un culpable. Y si no lo encontramos, nos lo inventamos, y para eso tenemos mucha imaginación. Le llamamos mala suerte, la vida me trata mal, no tengo tiempo para nada, y mil cosas más… Esa es la postura reactiva, que es sinónimo de fracaso (en cualquier ámbito que la apliques, y la gestión del tiempo no es una excepción). Por ese camino jamás se llega a nada bueno… En el fondo lo que quiere el ego es que te des cuenta de que ese no es el camino, y provocarte para que hagas algo por tu parte, y te conviertas en solución. Sin embargo, si haces caso al ego, te estás convirtiendo en problema…

La realidad es bien distinta. Si te ocurre lo expuesto arriba, no le des más vueltas… No es que el tiempo te trate mal. El tiempo no trata ni deja de tratar a nadie. En realidad ni siquiera transcurre (solo lo hace –falsamente– el falso tiempo, el creado o definido por el ser humano, que no es más que un estado de consciencia, y que corresponde a la experiencia tal como la percibimos a través de nuestros sentidos limitados y adaptados al mundo material, y de nuestro procesamiento mental objetivo y subjetivo). Quien trata al tiempo de una forma u otra somos nosotros. Y según lo tratemos, así serán los resultados. ¡No hay más secretos! Esa es la postura proactiva, y es siempre sinónimo de éxito. De hecho, hablamos de gestión del tiempo, y el término ya lo dice todo:  ¡indica acción por nuestra parte! ¿Quién va a ser el gestor de tu tiempo sino tú mism@?

Para gestionar el tiempo hacen falta conocimientos y herramientas varios. Una de las herramientas más conocidas y poderosas es la agenda. Bueno… ¡siempre que se utilice correctamente! Para empezar debes ser tú quien la utilice, y la agenda la que te ayude. Si eres tú quien trabaja para la agenda, ¡estás perdido en términos de gestión del tiempo! Esto es así en todos los aspectos de la gestión del tiempo, por ello en mi libro El tiempo en tus manos digo aquello de:

DEJA DE TRABAJAR PARA EL TIEMPO, Y EL TIEMPO EMPEZARÁ A TRABAJAR PARA TI

Sobre el correcto uso de la agenda se puede escribir mucho y muy largo. Pero de nada sirve si no se tiene claro lo más fundamental… Mucha gente olvida los aspectos más básicos, y esa suele ser la razón por la que decenas de poderosas técnicas no dan el resultado esperado. El propósito de este artículo es que a ti no te suceda eso, y para ello quiero compartir contigo un breve pero práctico artículo que publiqué en la revista Psicología Práctica, donde aprenderás poderosos consejos al respecto. Si los incorporas a tus hábitos de gestión del tiempo y los aplicas correctamente, transformarán muy positivamente los resultados que obtendrás de tu agenda. Puedes leerlo ahora haciendo clic aquí

Para aprender mucho más sobre este tema, y en general, sobre la gestión del tiempo, te recomiendo leer El tiempo en tus manos. No es un manual de productividad, que es a lo que estamos acostumbrados. Su objetivo es que seas productivo a la vez que feliz. Ese es el sano equilibrio que se obtiene cuando pones al tiempo en tus manos, y con este libro aprenderás a lograrlo.

Te invito a leer las primeras páginas aquí.

También te invito a ver este video sobre el tema donde te explico mejor cómo se debe comprender al tiempo, que forma parte del video curso gratuito «Actualízate»:

¡Que el tiempo esté siempre en tus manos!