¿Pasas el día con la cabeza dando saltos entre cientos de cosas? ¿Te cuesta terminar lo que empiezas? ¿Las tareas aparentemente más sencillas te llegan a agotar? Sin duda, te hace falta desarrollar la concentración.

Es una cualidad mental importantísima, y entre los beneficios que te puede aportar están (y solo por citar algunos de ellos):

• Serenidad.
• Paz interior.
• Menor susceptibilidad y reactividad ante las adversidades de la vida.
• Mayor claridad mental.
• Menor agotamiento.
• Mejor gestión de tu tiempo.
• Mejora en tus relaciones interpersonales.

La concentración se desarrolla mediante la práctica formal de la misma. Pero, ¿sabías que existen formas de impulsarla aprovechando las situaciones que el día a día nos brinda? Es una maravillosa forma de convertir situaciones que a veces nos aburren o parece que no contribuyen en nada, en auténticas oportunidades de crecimiento personal (y te garantizo que la concentración es absolutamente clave para el desarrollo personal).

En mi artículo de febrero de 2016 en la revista Psicología Práctica, te ofrezco siete consejos para desarrollar la concentración en tu vida cotidiana. Puedes leer el artículo aquí.

Eso sí, para ver resultados remarcables y llevar lo anterior más lejos, es muy importante y recomendable la práctica formal y regular de la concentración. Para aprender te recomiendo este artículo, y también este video (parte del video-curso gratuito «Actualízate») donde te lo explico:

¡TE DESEO UNA MARAVILLOSA PRÁCTICA!