Para muchos el éxito y la felicidad es prácticamente lo mismo. Pero la realidad es que existe un matiz diferencial. Tener éxito, de hecho, no implica necesariamente ser feliz, y un gran número de personas así lo experimentan. Sin embargo, quien es feliz siempre tiene éxito, ya que la felicidad es el objetivo más buscado por la humanidad desde los orígenes de su historia.

El éxito se puede definir como la consecución de aquello que deseamos. Por otro lado, la felicidad (que se puede definir desde múltiples enfoques) implica estar contentos y sentirnos bien con aquello que tenemos. Implica necesariamente saber vivir y disfrutar del presente, que es el único momento que existe.

Hay muchas personas que, tras alcanzar un objetivo que persiguen durante años, no son capaces de disfrutar de dicho logro y saborearlo por completo con verdadera felicidad. En su lugar, están pensando en el siguiente objetivo a conseguir. La distancia que los separa de dicho objetivo, con sus riesgos y dificultades, no hace más que generar estrés, y eso no es felicidad verdadera.

En una publicación leí lo siguiente:

«El pajaro no es feliz porque canta, sino que canta porque es feliz»

Os invito a todos a reflexionar sobre lo expuesto aqui arriba. Trataremos el tema en mayor profundidad en este blog, pero es necesario comenzar a hacernos algunas preguntas:

• Somos felices con lo que tenemos?
• Hemos dedicado al menos un poco de tiempo a descubrir las cosas por las que podriamos ser felices ya mismo, y a las que no damos la suficiente importancia?

Si asociamos ser feliz con la consecución de un objetivo, es probable que cuando lo logremos no seamos tan felices como esperabamos. En su lugar, no dejemos de fijar metas, pero aprendamos a ser felices con lo que tenemos en cada momento. De esta forma, cuando alcancemos nuestras metas seremos verdaderamente felices, y tambien lo seremos durante el camino hacia dichas metas.

La felicidad no está en el destino, sino en el camino. Tampoco está fuera de tí. Solo la podrás encontrar en tu interior.

No lo dudes! Dedica un tiempo a encontrar las razones para ser feliz. Hay muchas más de las que puedas imaginar.